domingo, 28 de octubre de 2012

Pon un manicomio en tu vida

La espera ha terminado, tras meses de teasers, videos promocionales e incluso, haber podido ver los 5 primeros minutos, ya tenemos listos y visionados los dos primeros capítulos de la nueva American Horror Story: Asylum (AHSA). Analizados los primeros capítulos, puedo confirmar que la primera temporada, parte o inicio de este loquísimo proyecto ya está olvidado.

Es cierto, que hay caras conocidas en el reparto, pero interpretando personajes opuestos, diferentes y, sobre todo, lo más importante rodeados de un halo de misterio, inquietud y terror. 

El resultado de este cambio no es otro que la construcción de una nueva "serie" sobre un guión muy bueno, con un objetivo muy claro: que el espectador pase miedo (todo lo que quieras, hayas pensado que provoca terror, está en esta serie multiplicado por 100). 

Y, como he apuntado, es una serie coral que se desvanecería sin unos personajes construidos a la perfección, simplemente perfectos y en su justa medida. Haré un pequeño repaso individual, porque hoy sí que sí se lo merecen:
-Jessica Lange, como la hermana Jude, se sale. Se merecería hablar de ella no en un post, en un macro especial de varios días, semanas o meses. Qué actriz, que sensualidad, qué forma de actuar, dar miedo y a la vez disfrutar. Y está buena, pese a quien le pese, y tenga la edad que tenga. ¿Quién se acuerda ahora de Constance? Yo, no. Fan 100% de la Hermana Jude, fría, calculadora, mala, malísima, con ese toque inquietante, frágil en ocasiones.
-Lily Rabe, como la hermana Mary Eunice. Tonta, débil, manipulada, caótica. Es un festín las secuencias entre ambas hermanas, algo me dice que algo muy oscuro les unirá, será la parte seductora de la hermana Jude (ya se puede entrever en esa cena tan "romántica") o las nalgas de Mary Eunice, pero estarán más juntas, seguro. Y no me sorprendería.
- Joseph Fiennes, como el Monseñor Timothy Howard, recto, serio y, en el fondo, el creador de toda la barbarie, de todo el terro. Tiene una aliada en la Hermana Jude, que tarde o temprano algo le costará. Sabe lo que quiere y hará lo que sea.
- Evan Peters, como Kit Walker. He de decir que es el personaje que más me ha sorprendido por su diferencia con el "loco" anterior y su mayor protagonismo. Vive las secuencias más surrealistas de estos dos primero capítulos. ¿Algún sentido? No sé la verdad pero, ¿tiene, a caso, algún sentido esta locura de serie?
-James Cromwell, como el Dr. Arthur Arden. El malo, antagónica de la Hermana Jude, pero con muchos puntos en común. Son malos, una sutilmente (de momento, por lo meno), el otro de cara. Es malo y le gusta ser el malo, el sádico, el torturador. Lo sabe y lo disfruta.
-Zachary Quinto, como el Dr. Oliver Thedson. Conocido a Zachary en la piel de Sylar, es díficil no ver tras esa mirada a ese sádico asesino de Heroes. En esta ocasión, un personaje ambiguo, que todo apunta que se enfrentará con la Hermana Jude por las diferentes perspectivas que tienen a la hora de curar a sus enfermos.
-Y, por último, Sarah Paulson como Lana Wynter. La intrépida periodista, reportera cuyo afán por contar la mejor historia pone su vida en peligro. Su lucidez se mezclará con su locura. ¿Siempre ha estado loca? ¿La han hecho enloqueceder? ¿Escapará? ¿Será la hermana Jude más lista que ella, o podrá contar todo lo que sucede dentro de las paredes del manicomio Biarcliff.

Pero en una serie coral que no sería concebida sin sus secundarios, de lujo, añado. Los locos son verdaderamente hombres y mujeres idos, trastornados. El bruto Mark Consuelos, o la ninfómana Chloë Sevigny, simplemente fantástica. Como también es un disfrute la mujer amorfa e ida.

No dejo de lado otro aspecto esencial, el escenario, el manicomio Biarcliff. No existe lugar alguno tan terrorífico, espeluznante como un manicomio. Un psiquiátrico es el mejor lugar posible para poner todos los miedos sobre la mesa y hacer que los 45 minutos de cada capítulo sean una mezcla de terror, de no poder mirar, con esas ganas locas por ver el capítulo, de no poder quitar la vista de la pantalla.  Un sinsentido, pero uno más dentro de esta serie, obra maestra.

Visto los dos primero capítulos, puedo confirmar y afirmar y que esta serie tiene cuerda para rato. Es un disfrute, un gustazo, a pesar del miedo, del gore, de la bestialidad, es una serie con mayúsculas, con interpretaciones buenísimas y un guión creativo. Yo pongo un manicomio en mi vida, aunque suene chungo que te cagas. 

Que haya muchas series así, y que yo las vea.


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