jueves, 4 de octubre de 2012

Misterios, enigmas y fantasmas

Por fin, tras una larga espera, vio la luz una de las grandes apuestas para esta temporada televisiva. En un día complicado, con la vuelta de la gran premiada en los Emmy, Homeland, el domingo se estrenó la “niña bonita” de la cadena estadounidense ABC: 666 Park Avenue. Una serie de terror, siguiendo la estela, a grandes pasos por detrás, de la gran vencedora de público y critica la pasada temporada, American Horror Story, brillante serie terrorífica de Ryan Murphy. NOTA MENTAL- Ya está disponible el primer tráiler de lo nuevo, simplemente magnifico, sin uñas hasta el próximo día 17.

Volviendo a la serie de terror, bueno, de miedo, de ABC. En 666 Park Avenue saben bien lo que tienen y a qué pueden jugar. El inicio/argumento es sencillo, nada del otro mundo. Una casa en mitad de Manhattan, señorial y, en principio, nada terrorífica. En principio digo, porque enseguida descubrimos que sus dueños son la pareja Doran, Garvin y Olivia Doran (Terry O’Quinn y Vanessa Williams) y aunque, aparentemente, parecen una pareja de la alta sociedad del Upper East Side, sus miradas enigmáticas y poses estudiadas, hacen presagiar que nada bueno se esconde tras las puertas del número 999 de Park Avenue. Y entre tanto, al edificio llega una joven pareja que conseguirán hacerse con el trabajo de administradores de la finca. Y ahí, está todo el pescado vendido. A partir de ese momento, comenzamos a conocer a alguno de los inquilinos de tal majestuoso y enigmático edificio: el portero, una niña “especial”, una pareja (dominante y dominado), un hombre solitario,etc.

Es una serie, desde luego trepidante, en ritmo y evolución de la historia. Todo lo que ves construye la historia, lo que se agradece, porque no pierdes el tiempo. Está construida a la medida de Terry O’Quinn, que brilla en un papel que le encaja (o hace que encaje, más bien), como anillo al dedo- un vestigio, para nada improvisado, del recordado John Locke de Lost-. Vestigios del pasado siempre son agradecidos cuando además vienen acompañados de una dama como Vanessa Williams, a la que, seamos sincero, le falta recorrido, papel, ganas, más historia. Pero tiempo al tiempo, en un capítulo, mucho hemos visto ya.

Sobre el resto de personajes, no me paro demasiado, de momento, porque no hacen más que dibujar el perfil de Garvin Doran (Terry O’Quinn). Espero equivocarme y tener que dedicar a cada uno un post individual, si se lo merecen, lo escribiré, por supuesto, pero de momento, ni Dave Annable, ni Rachel Taylor destacan ni para bien ni para mal. Casi casi, ni Vanessa Williams, que repito, quiero más, aunque no sé es porque me marca su personaje en una de mis series fetiche, lo reconozco, me refiero a la fantástica Renee de Desperate Housewives.

Además de los personajes, lo nuevo de ABC nos ofrece escenas bien cuidadas, estudiadas, aunque un terror previsible y descafeinado, lejos del gore y atrevimiento de AHS, porque eso es otra historia, es Murphy. En esta ocasión nos encontramos con tópicos del miedo más adolescente y familiar: fantasmas, juegos de luces, portazos y una escena de ascensor que asustar, asusta, pero que es eso, descafeinada. Un quiero y no puedo.

Y esa estética yupi/pija brinda a la historia un halo de glamour que bien ayuda a darle un toque chic a una historia de terror que no pretende inventar el género, si no entretener. Al fin y al cabo, sin grandes pretensiones eso le pido a una serie, que me entretenga. Creo que 666 Park Avenue lo consigue, de momento.

Destacar, por último, especialmente el mimado y cuidado de ABC por esta nueva “criatura”, argumento e historia perfectamente guardados para producir en el espectador precisamente lo que busca: un sentimiento espontáneo e inesperado. Y sin duda, está clarísimo que la cadena de Disney apuesta por esta serie porque la programa uno de los días más duros de la televisión estadounidense, el domingo, con series potentes y asentadas como Homeland, Dexter o, en unas semanas en antena, The Walking Dead. Eso sí, no hay puntada sin hilo, y la nueva serie de terror viene arropada por dos grandes buques insignia ya de ABC Revenge y Once Upon a Time. El próximo domingo veremos cómo se desencadena este compendio de misterios, enigmas y fantasmas. La espera ha terminado, veremos si valía la pena.

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