sábado, 6 de octubre de 2012

Érase una buena historia


Siempre he escuchado que segundas partes nunca fueron buenas. Tal vez, por ser la excepción que confirma la regla, en esta ocasión Once Upon A Time vuelve y ya sí que es para quedarse. Tras la novedad que supuso hace un año, con un argumento que combinaba a la perfección un mundo mágico y de fantasía con el mundo real, una temporada in crescendo y un final casi casi “para comer perdices”, no auguraba nada nuevo. Historia contada, desarrollada y acabada es presagio de que nada nuevo puede venir.

Mea culpa, me he equivocado. Aunque sea precipitado hacer un juicio tan rápido, con tan solo ver la premiere de la nueva temporada de OUAT, creo que la historia tiene cuerda para rato. Los personajes están totalmente adaptados, engrasados y encajados los unos con los otros. Sigue jugando con la ambigüedad, hay personajes malos, malísimos, y buenos, buenísimos, y personajes que bailan entre dos aguas, el bien y el mal, según el sol que mas calienta.

El ensamblaje entre temporadas ha sido limpio, sin estridencias, ni saltos inexplicables, una continuación lógica a una historia que, aunque parecía agotada, tenía mucho que contar. Tiene un problema, que querer contar tanto puede perder el hilo y presentarnos temporadas insulsas, que siempre pasa lo mismo y siempre acaban igual. NOTA MENTAL_Me estoy desviando de mi destino hacia lo que claramente le está pasando a la ambiciosa, y luego poca cosa, Falling Skies, pero ya llegaré a ese momento.

También me parece un acierto no querer meter con sacacorchos y sin lógica alguna, algo inexplicable, la magia, en un mundo 100% real, sin desviar la mirada, ni perder el mundo, estamos ante una serie de ciencia-ficción. Pero también es una serie de acción y, sobre todo, de entretenimiento viviendo esos cuentos clásicos que generación tras generación, y pase el tiempo que pase, siempre perduran: la Bella y la Bestia, Blancanieves, Pepito Grillo, etc. De nuevo, insisto, es un cuento hecho serie, pero no deja de ser un cuento, y como tal, desde este foco hay que analizar esta serie.

Ese es uno de los grandes fuertes de esta ficción, sus personajes, tan logrados y conseguidos, cada uno en su papel, sin grandes protagonismos, ni grandes estridencias. Me permito la licencia de pedir, por pedir que no quede. Me gustaría mayor vida a Regina, un personaje fantástico, de mala malísima. Pero mala, malísima, de cuento, con sonrisa por delante y maldad por detrás. NOTA MENTAL_ Predilección absoluta hacia la femme fatale, la mujer mala y vengativa, pronto os daréis cuenta.

Los vestigios de bondad de Regina espero que sean espejismos, estrategia de poder. La oscuridad ha vuelto a Storybrooke y espero que a lo grande. No hay cuentos sin maldad que vencer y brujas que temer. Larga vida a Regina, larga vida a The Evil Queen.

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