martes, 5 de marzo de 2013

Alcanzando el Nirvana

Nueva temporada, nuevos personajes, nueva historia, y, aunque parezca sorprendente, nos vuelve a sorprender. Vamos que me ha dejado con la boca abierta. Y eso que pensaba que no podía ir más allá. Zas! En toda la boca, pues sí, American Horror Story: Asylum, podía ir más allá, a falta de escenas gores, violencia tremenda (y buenísima), diálogos magníficos, se le podía unir más y mucho más. Aliens, historias paranormales, gente que es buena que luego es mala, luego un poco buena y luego un poco mala. Más aliens. Muertos que viven. Más aliens. Vivos que están muertos. Y mucho, muchos, más aliens.

Hablamos de protagonistas que lo hacen muy bien, asesinos en serie que ponen la piel de gallina y una Jessica Lange, bueno, de nuevo sin palabras. Aunque es de sabios.
Aquí reconozco que me pasa como con Utopía que soy poco o nada objetivo. Me gusta y ya está. Por eso, defensa a muerte. Aunque para algunos no se entienda, para mí Jessica Lange está soberbia y, sin ver la tercera temporada, confirmada ya la presencia de LA SEÑORA, ya sé que seguirá igual y, a falta de una nueva Sarah Palin (o lo que es lo mismo, Julianne Moore), espero que cotice en alza en los premios de la próxima temporada. Difícil seguro que lo tiene, se anuncia Kathy Bates en su enémisis, agarraros que se avecinan curvas.
Por poner un pero, los premios comenzarán con los Emmy de septiembre, y esta serie, para que nos vamos a engañar, para entonces estará en el noveno limbo. De enero a septiembre hablamos de 9 meses, NUEVE MESES, un parto, una verdadera odisea que pone en peligro la memoria de muchos.
Y ni que decir tiene los Globos de Oro, recién entregados, casi un año. Pero la fuerza y grandeza de la Lange puede esto y más. Y lo conseguirá, por lo menos en mi cabeza.
Pero también lo bueno de AHSA, además de las interpretaciones, la ambientación, el haber logrado olvidar por completo los roles de la primera temporada, es que además se cree lo que nos cuenta, la locura que nos transmite, y es corta, y es concisa y no se lía. Que también es importante.
Hay cuerda para rato aunque soy de los que prefiero quedarme con el sabor del caramelo a escupirlo con fuerza, con asco y con cansancio. Que cada uno lea entre líneas.