lunes, 11 de febrero de 2013

¿Alguien sabe el número de Lena?

Los premios son siempre muy discutidos. Solo un  0,00001% de las veces hay unanimidad en redes sociales, corrillos y dimes y diretes en que alguien es merecedora de un premio. O una serie es la serie para todos. También es verdad que si siempre todos estuviéramos 100% de acuerdo, menudo coñazo. Mola la discusión, mola la pelea y mola la disparidad de opiniones. Cayendo en un tópico  “para gustos, los colores”.
Los últimos Globos de Oro fueron la confirmación, por lo menos en forma de premio que no creo que de crítica (ya la conquistaron hace tiempo) la noche de Girls. Y coincidencias y casualidades aparte, ya podemos disfrutar de sus nuevas aventuras. Porque otra cosa no, pero disfrutar, disfruto, y muchos conmigo también, con las cuatro amigas locas en Nueva York.
Lena Dunham sabe a la perfección lo que quiere, lo que ha conseguido y, si no se le sube, lo que conseguirá. Parece la semana de las series diferentes, independientes, neorrealistas, underground. Necesarias para sobrevivir. Una historia corriente, de chicas corrientes que nos hacen vibrar como si la historia fuera contracorriente y las chicas, sacadas del upper east side. Tras años de glam, gossips y serenas, queremos muchas Hannahs; Marnies; Jessas y Shoshannas.
La espera ha concluido y de que manera, la segunda temporada sigue en grande la estela dejada en la primera. Seguimos ante una serie que nos ofrece diálogos buenísimos, escenas reales y un ritmo diferente, repito, necesario en la parrilla de series nacidas bajo un mismo patrón. El devenir de estas cuatro diosas, la forma de representar tan gráficamente y fiel a la realidad esa post adolescencia de los 25 años, tan liberal para unos, tan casta para otros. Ese “me estoy haciendo mayor”, pero no quiero. “Me follo a todo lo que quiero, pero no te quiero, pero en realidad, sí”. Quiere ser independiente, y no deja de contarnos historias habituales, fiestas irreverentes, el día a día de un veinticincoañero en Nueva York. Con ganas de comerse el mundo, y lo que no es el mundo, y sin un duro en la cartera. Eso sí, listo, un huevo. Esa es Hannah, esa es Lena. Me he enamorado…
Y ahora viene mi penitencia, arrepentimiento, mea culpa y bochorno; porque mira que me costó engancharme a Girls (sí, no sé si fue por mí, o porque la cosa mejoró con el tiempo), pero me costó entrar, darle oportunidades y tragarme los dos primeros capítulos. No daba un duro, y ahora……..¿alguien sabe el número de Lena?



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